Acoso escolar o bullying
¿Qué se entiende por acoso entre estudiantes o bullying?
La mayoría de los investigadores del tema concuerdan en elementos y conceptos tales como:
El acoso escolar (también conocido como hostigamiento escolar, matonaje escolar o, incluso, por su término inglés bullying) se refiere a cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado.
• Estadísticamente, el tipo de violencia dominante es el emocional y se da mayoritariamente en el aula y patio de los centros escolares.
• Los protagonistas de los casos de acoso escolar suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia (12-13 años), siendo ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el perfil de víctimas.
• Los chicos de esta edad suelen desarrollar una violencia física con sus compañeros y las chicas, en cambio, llevan a cabo una violencia verbal y de exclusión (hacen el vacío o dejan de lado a algunos compañeros).
• El tipo de bullying más frecuente se traduce en insultar, reírse de los compañeros o ponerles sobrenombres. En el extremo opuesto está el hacer chantaje a los compañeros para pedirles dinero. José María Avilés define la violencia escolar o entre escolares de la siguiente manera:
“Nosotros definimos el bullying como la intimidación y el maltrato entre escolares de forma repetida y mantenida en el tiempo, siempre lejos de la mirada de los adultos /as, con la intención de humillar y someter abusivamente a una víctima indefensa por parte de un abusón o grupo de matones a través de agresiones físicas, verbales y o sociales con resultados de victimización psicológica y rechazo grupal.” (Avilés, 2003d).
Las diferentes definiciones de los expertos en el tema nos confirman que la violencia o acoso entre estudiantes se caracteriza por:• Ataques o intimidaciones físicas, verbales o psicológicas, destinadas a causar miedo, dolor o daño a la víctima. • Abuso de poder, del más fuerte al más débil.
• Ausencia de provocación por parte de la víctima.
• Repetidos incidentes entre los mismos niños o jóvenes durante un tiempo largo y sostenido. ¿Qué es y qué no es bullying?José María Avilés nos aclara que bullying es un fenómeno con determinadas características y que no debe ser confundido con un comportamiento con cierto grado de agresividad pero que se da en forma ocasional. En este respecto el autor dice:“Una de las primeras tareas que debemos abordar es poner límites al concepto bullying y hablar de aquello que no incluimos en él.
Existe el riesgo de confundir el bullying con situaciones escolares de interacción brusca y con situaciones perturbadoras de la convivencia como la disrupción, las peleas de patio, las bromas, el juego turbulento, los rituales madurativos de persecuciones y juegos entre iguales o las riñas esporádicas. Algunos pueden tener un componente agresivo y otros no. Unas pueden mostrar violencia y otras puede que no. Cualitativamente serían hechos diferentes y, además, aisladamente, ninguno participa de las características del bullying.Por otra parte, aunque la gravedad de los hechos no sea una característica que nos sirva para delimitar lo que es el bullying y lo que no lo es, también nos podemos encontrar con hechos que no tienen por qué constituir bullying en sí mismo y que se sitúan en la categoría delictiva y criminal (Sullivan, 2001). Son hechos como los asaltos haciendo uso de armas u otros objetos como botellas rotas o navajas, asesinatos, robos, amenazas de muerte o abuso sexual incluyendo los tocamientos no deseados.
Por muy graves que sean, si no muestran indicadores identificativos de las condiciones del maltrato continuado entre iguales, no podremos enmarcarlos bajo el fenómeno bullying, sin que esto les reste, lógicamente, un ápice a su gravedad. Sin embargo, cualquiera de ellos utilizado de forma recurrente por el agresor, focalizado y repetido en el tiempo sobre la víctima y dispuesto para expresar el abuso de poder y conseguir la sumisión, estará conformando un caso de bullying.” (Avilés, 2005: 82,83)
El bullying se caracteriza entonces por ser una conducta agresiva de un menor de edad reiterada en el tiempo con el fin de controlar a otro. Por otro lado, para que sea acoso escolar o bullying tiene que darse la “triada del Bullying” que se refiere a la presencia de los tres elementos característicos de este fenómeno:
• Víctima o víctimas.• Agresor o agresores.
• Testigos espectadores.Todos estos personajes participantes son alumnos.Perfil de los agresores:
• Suelen ser chicos conflictivos, que no se identifican con el colegio, a veces con problemas familiares, sobre todo de falta de supervisión y control. A veces hay consumo de drogas y alcohol.
• Buscan víctimas para purgar sus problemas y frustraciones.
• Obtienen satisfacción a través de la violencia para reafirmar su personalidad y su posición de liderazgo.
• No controlan sus impulsos y emociones. Los chicos tienden a los abusos físicos, seguidos por los psicológicos, y las chicas, a los psicológicos y relacionales.
Perfil de las víctimas.
Entre los rasgos más comunes encontramos características que hacen especialmente vulnerables a algunos, como ser tímido, introvertido, hiperactivo, encerrado en sí mismo o tener alguna característica física que le diferencia (estar gordo, llevar gafas, ser bajito).
Asimismo, características académicas, como ser muy sobresaliente en las calificaciones o llevarse bien con los profesores. Los efectos del «bullying» en la víctima pueden ser devastadores: se siente violentada, desprotegida, humillada, insegura, aislada, indefensa. Dónde se da la agresión y ¿Qué hacen los demás? En cualquier centro educativo; en el aula, en el patio, en los pasillos, en los lugares de aseo, aprovechando que no está el profesor o incluso en su presencia. También, en los alrededores del centro, en los lugares de ocio, etc.
La mayoría de quienes no son ni víctimas ni agresores permanecen como meros «espectadores» y no hacen nada. La «ley del silencio». Uno de los problemas es que no es fácil detectar el «bullying» y sobre todo conseguir pruebas, ya que impera una especie de «ley del silencio». Tanto las víctimas como los «espectadores» tienen miedo de hablar, por las posibles represalias. ¿Cómo trabajar el fenómeno del bullying?Se requiere de un trabajo coordinado y multidisciplinario con el fin de trabajar la prevención y la intervención en lo referente a la violencia y el acoso escolar.
El Dr. Eduardo Correa León es un médico pediatra que trabaja en el Instituto Médico de Pediatría en Quito Ecuador, él Dr. Correa ha sintetizado una serie de consejos sumamente prácticos para trabajar el bullying de una manera que integre tanto a padres, y maestros como a los mismos alumnos.Entre los principales lineamientos en este proceso establecidos por el Dr. Correa tenemos:
A. Lo que pueden hacer los padres.
• Establecer estándares de conducta, límites y expectativas claras para sus hijos, dentro y fuera de la escuela.
• Proporcionar un vínculo afectivo seguro para su hijo. Asegurarse que sus hijos sepan que los apoya y que pueden contar con ellos, escucharles.
• Controlar las actividades, acciones y palabras de sus hijos.
• Dar ejemplos positivos de conducta.
• Explicar a sus hijos que no es aceptable intimidar a los demás.
• Conocer a los amigos de sus hijos.
• Buscar recursos para ayudarle a responder a situaciones de intimidación.
• Participar en la escuela y actividades extracurriculares de sus hijos.
• Trabajar junto con la comunidad para crear y mantener un ambiente libre de intimidación e intolerancia.
• Enseñar a sus hijos el RESPETO y la TOLERANCIA para todos.
• Ser lo más positivo posible con su hijo. La meta de los padres es proporcionar cinco comentarios positivos por cada comentario negativo dirigido hacia un hijo.
• Monitorear su propia conducta y agresión. Demostrar que el comportamiento de los adultos en la casa no es de acoso ni de agresividad. Los hijos copian las conductas de los padres—las buenas y las malas.
• Proporcionar modelos apropiados de resolución de conflictos. Mostrar conducta de empatía (conducta que muestra que está tratando de entender cómo se siente la otra persona).
• Ofrecer sugerencias / consejos para tratar con compañeros problemáticos.
• Estimular a los niños que son espectadores del acoso a actuar apropiadamente.
• Mantenerse involucrado e interesado sin importar si su hijo ha sido reportado como el acosador o la víctima. Ofrecer apoyo, pero no estimular la dependencia, así como involucrarse en la vida escolar de su hijo. • Conformar una red de otros adultos, padres y estudiantes para debatir la seguridad escolar y otros asuntos. • Proporcionar a su hijo las destrezas sociales que necesita para navegar a través de su propia experiencia escolar.
• Enseñar a su hijo a tener respeto por las diferencias.
• Explicar la diferencia entre una respuesta asertiva (seguridad en sí mismo, firme) y una agresiva (violenta, beligerante, hostil).
• Sea un defensor de la prevención del acoso en los grupos scout, programas atléticos y otras actividades juveniles.
• Comparta historias acerca de sus propias experiencias infantiles con el acoso. B. Lo que pueden hacer los educadoresTodos los niños tienen derecho a un ambiente seguro en la escuela.
• Abrir los espacios para que profesionales en psicología puedan participar en colaboración con los docentes en el aspecto preventivo y terapéutico, con atención de los menores involucrados a nivel individual y grupal.
• Hacer una encuesta de los estudiantes y educadores para evaluar el nivel de intimidación.
• Supervisar a los estudiantes fuera del salón de clase y en otras áreas del recinto escolar, e intervenir cuando observe conducta de intimidación.
• Organizar actividades en toda la escuela para educar sobre la intimidación.
• Capacitar al personal de la escuela para reconocer la conducta de intimidación e intervenir.
• Proponer un método para que los estudiantes y maestros puedan reportar la intimidación.
• Escuchar a los padres cuando expresen su preocupación acerca de la conducta de otro niño.
• Hablar con los peleoneros a solas; no hable con el o ellos y la víctima al mismo tiempo, porque el peleonero puede continuar con su intimidación hacia la víctima.
• Resolver temprano los temas de intimidación, y notifique del incidente tanto a la familia de la víctima como del acusado.
• Obtener la opinión de los estudiantes acerca del establecimiento de reglas en el salón de clase y en la escuela.C. Lo que pueden hacer los niños y jóvenes.
• Respetar a todos; hablar con los demás y tratarlos de la misma manera como les gustaría ser tratados.
• Si ha sido intimidado o si ha presenciado a otra persona siendo intimidada, comunique del hecho a su padre, al de la víctima o a un maestro.
• Hable con sus padres, parientes y amigos acerca de los temas de “intimidación”.
• Brindar apoyo a otros estudiantes.
• Póngase de acuerdo con sus amigos, padres y maestros para no tolerar la intimidación en su escuela o comunidad.¿Qué deben hacer los padres que se enteran que su hijo/a está siendo agredido?La conducta de los padres diferirá dependiendo de si su hijo está siendo acosado o está acosando. Los niños que son acosados tienden a asustarse y a ser frágiles y nunca deben ser culpados por el incidente. Todos los niños merecen ser tratados con respeto y cortesía. Si un niño ha sido víctima de un acoso, los padres deben seguir estos lineamientos:
• Investigar en detalle lo que ocurrió. Escuche al niño y no lo interrumpa hasta que haya terminado.
• Póngase en contacto con el maestro del niño, orientador escolar y administrador escolar para alertarlos acerca del incidente y solicite su cooperación.
• Evitar culpar a alguien, especialmente a la víctima.
• No estimular al niño para que sea agresivo o tome venganza.
• Discuta alternativas asertivas para responder a los acosadores y practique respuestas con el niño (refiérase a Prevención e Intervención—hoja informativa de Estudiantes).
• Esté preparado para ponerse en contacto con un abogado en caso de que el acoso continúe y la escuela no tome la acción apropiada para el niño.
• Estimular a la escuela a trabajar en colaboración con usted y con otros para tomar el acoso seriamente e investigar los hechos.
• Mantener un libro de registros (con el niño si es posible) describiendo los incidentes de acoso o intimidación, cuándo ocurren, quiénes participaron y qué se dijo e hizo. Esto puede fortalecer el caso de un padre cuando se pone en contacto con el director y / o maestros de la escuela. Sea paciente. A menudo toma tiempo que alguien cambie las conductas e interacciones negativas. Trabajo multidisciplinario La problemática del acoso escolar es tan complejo que requiere un trabajo multidisciplinario. En cierto sentido el bullying refleja una realidad social en cuanto su crisis de valores y los problemas al interior de la familia contemporánea. Es una tarea para todos los científicos sociales, educadores, médicos y políticos. Por ejemplo se requiere de la participación más activa de psicólogos para el trabajo individual y grupal tanto con los menores víctimas del bullying, como de los menores agresores y sus familias.El trabajo con los niños y jóvenes agresores juntamente con sus familias.Es sumamente importante poder tener programas a nivel de prevención en las instituciones educativas, con una filosofía no represiva sino formativa y de rehabilitación para los menores agresores.Sin embargo el trabajo con los menores agresores no puede limitarse a ellos por aislado del contexto social inmediato que es su núcleo familiar. Los esfuerzos preventivos y formativos deben expanderse a la familia ya que el niño nunca puede ser visto como ser individual sino como parte de un sistema con sus propias características tanto funcionales como disfuncionales.Por ejemplo, las investigaciones realizadas con menores agresores y su entorno familiar, nos muestra un sistema familiar caracterizado por:
• Sistema muy desligado, es decir, que sus miembros carecen de un mutuo sostenimiento o cercanía afectiva. • Presentan mucha distancia psicológica entre ellos, que implica carencia de afecto, apoyo mutuo y contención emocional.
• Son sistemas carentes de reglas claras y flexibles con una dinámica de roles estereotipados o incoherentes. Esto genera una falta de compromiso y afecto a la familia en general.
• Carencia de una sana disciplina y relación cercana de los padres para con los hijos en cuanto la educación y transmisión de valores.
• Redundancia en manifestaciones agresivas entre la pareja y para con los hijos. Manifestación de agresión emocional, física y sexual en la familia.
• Hogares con al menos uno de los padres con problemas de alcoholismo y diversas drogas.
• Padres con problemas en el manejo de la ira. Modelaje negativo de los padres en cuanto a las emociones. • Mala comunicación y carencia de asertividad en las relaciones de los miembros de la familia.Propuestas para la prevención y tratamiento del bullying.
• Programar trabajo con los padres de menores con problemas de violencia con psicólogos/as u otros profesionales con capacitación en intervención de familias.
• Organizar grupos o atención individual con los menores agresores y profesionales capacitados en el trabajo con niños y adolescentes.
• Charlas especiales sobre valores y solidaridad para los alumnos en general por parte del personal docente u otro profesional invitado.
• Trabajo personalizado y grupal con menores víctimas de violencia y trabajo de apoyo a sus padres.
Conclusión:
La violencia escolar o bullying es uno de los tantos síntomas de la crisis de valores de la sociedad. No es problema de ciertos menores, sino que estos, son a su vez expresión de la crisis familiar y social. Se requiere trabajar con los menores agresores, sus familias y la comunidad. Los centros educativos son el escenario para la manifestación de la carencia moral y la violencia latente de una sociedad que se deshumaniza día con día. Esto nos muestra por otro lado, que la delincuencia y sociopatías se van configurando en las personas desde la misma niñez, siendo el ámbito educativo como una especie de campo de prueba de menores que, si no se les atiende, podrían llegar a delincuentes en un futuro.
Bibliografía
AVILÉS M., José María . Bullying: el maltrato entre iguales. Amarú Ediciones. Salamanca, España. 2005.BEAVERS, Robert W. y HAMPSON, Robert B. Familias exitosas. Ediciones Paidós. Barcelona. 1995OLWEUS, D. Agression in the schools: Bullies and whippig boys. Hemisphere Publ. Corp. Washington D.C. 1978OLWEUS, D. Familiar and temperamental determinants of aggressive behavior in adolescent boys: A causal analysis. Developmental Psychology. 1980OLWEUS, D. Bullying at school: What we know and what we can do. Edición en español: conductas de acoso y amenaza entre escolares. Ediciones Morata. Madrid. 1998.ORTEGA R. Violencia interpersonal en los centros educativos de enseñanza secundaria. Un estudio sobre el maltrato y la intimidación entre compañeros. Revista de educación No. 304, 55-67. 1994.VISCARDI, N. Enfrentando la violencia en las escuelas: un informe de Uruguay. En UNESCO. Ediciones UNESCO. Brasil 153-205. 2003.Información sobre Acoso escolar. Disponible en Wikipedia. Extraído de es.wikipedia.org/wiki/Acoso_escolar Información sobre Acoso escolar. Disponible en www.bullying.org/